Cuando nada está hecho, todo queda por hacer. Convertir estas tierras en un sitio propicio para el cultivo de la vid fue tarea de nuestros abuelos, quienes llenos de coraje trabajaron sin descanso para lograrlo. Aquí cultivaron esas variedades, capaces de entregar sus mejores atributos en estos terruños.
Ubicada en uno de los parajes privilegiados al Oeste de la Argentina, en la provincia de Mendoza a 850 metros de altura sobre el nivel del mar y a orillas del Rio Mendoza, nuestra finca se caracteriza por su suelo franco limoso, de origen aluvional y profundo. El clima de la zona es seco, con estaciones bien marcadas y escasas precipitaciones.
La importante luz solar en los diáfanos veranos mendocinos, permite obtener una completa madurez en la fruta, logrando la personalidad de nuestros vinos Cinco Sentidos.
En la actualidad, las 100 hectáreas cultivadas son trabajadas durante todo el año por manos con oficio, que realizan las tareas culturales necesarias en el viñedo y en el suelo para obtener frutos de alta calidad.
Así fueron nuestros comienzos. Así es nuestro presente. Ligado al trabajo de la tierra y con un claro propósito: evocar con nuestros vinos Cinco Sentidos, «miles de momentos».
